Te saludo desde Puerto Rico, donde estoy pasando unas calidas Navidades en casa de un muy buen amigo. Sí, los que me vais leyendo a menudo sabéis que soy un culo inquieto y que viajar y descubrir nuevas culturas y sus costumbres me fascina. Así que tras 2 semanas de formación en el Instituto Ann Wigmore en Aguadilla, donde no solo he ganado más conocimiento sino que he convivido con personas maravillosas y he pasado por una depuración física y emocional muy enriquecedora, me he ido al otro lado de la isla, a la capital San Juan, a conocer sus tradiciones navideñas y sobretodo su gente y su gastronomía.

Estos próximos días están repletos de celebraciones, reuniones familiares y de amistades. Parece que en estas fiestas nos da por enternecernos, estar más agradecidos y tener más ganas de sentir el calor de los que amamos. Este sentimiento siempre es agradable y bienvenido, y cualquier excusa me vale para que todos seamos un poquito más conscientes de lo que nos rodea, más generosos y tomar una actitud más agradecida.  Mi observación es, ¿por qué se despierta esta fiebre en fechas navideñas? ¿Por qué no podría ser navidad todos los días, porqué no regalar sonrisas cada mañana y porqué no apreciar y valorar cada momento, cada hecho en nuestra rutina diaria?

La celebración de las Navidades es algo mágico y no quiero quitarle su encanto pero yo creo mejor en una navidad constante. Aprovechar y pasar momentos juntos y de calidad con la familia y amigos cuando estoy en Barcelona y regalarles detallitos cuando así lo siento y no porque toca. Esta es mi opción personal y así llevo haciéndolo desde hace ya más de 5 años, pasando las Navidades fuera de casa. Y es que allí donde estoy o a donde viajo en estas fechas, siempre encuentro un hogar, una familia que me abre las puertas para celebrar. Sí, soy una afortunada, lo reconozco y estoy infinitamente agradecida.

Inevitablemente sean o no fechas de regalos, no me gusta llegar con las manos vacías en casa de nadie así que los detallitos para mi nueva familia navideña puertorriqueña han sido unos turrones artesanos, 2 figuritas de pesebre ( el “caganer” y el “tió” de tradición catalana) y unas copias de mi libro Zumos Verdes. ;-). Aun así, creo que el mayor regalo será el intercambio de culturas y las experiencias que podamos vivir juntos.

Mis prioridades al elegir un regalo para alguien, y con esto espero inspirar o darte algunas ideas, son:

1-Un momento que compartir; un concierto, una obra de teatro, una cena, salir a patinar sobre hielo, una escapada de fin de semana, un masaje…

2-Los mejores regalos materiales son los que están hechos con tus propias manos, aquellos en los que en cada minuto de elaboración le ponemos un granito de amor pensando en la persona a la que vamos a sorprender. Manualidades con materiales reciclados y conscientes con el medio ambiente como brazaletes, collares, detalles para el hogar. En la web de VeoVerde podréis encontrar muy buenas ideas y artículos.

3-Libros: sin duda uno de los mejores regalos del mundo. Un libro es como viajar sin salir de casa. Aprendes, te enriquece y despierta aun más tu curiosidad. Libros inspiradores como el Alquimista o el Caballero de la Armadura Oxidada, biografías transformadoras como “Autobiografía de un Yogi” de Paramahansa Yogananda o libros de salud, alimentación limpia, sostenibilidad.

Cómo no mi primer libro “Zumos Verdes” debe estar en la lista ;-),  difundir el mensaje de este habito tan saludable es uno de los mejores regalos. ¿Quieres aprender a enriquecer tus platos con alimentos supernutritivos? No puedes perderte mi próximo libro “Superalimentos” que saldrá a la venta el próximo més de enero.

4-Objetos funcionales y conscientes con el medio ambiente: ¿porque no regalar eletrodomésticos de cocina que creen buenos hábitos? Una batidora Optimum, un extractor de unos cold-press Juissen (libro “Zumos Verdes” de regalo) o Siquri (código descuento “Zaplana”), una espiralizadora de vegetales, una botella de cristal o plástico libre de BPA para llevar nuestra agua, una bolsa de la compra de ropa con un diseño bien chulo…

Durante estos próximos días, solo quiero desearos que estéis donde estéis disfrutéis de las vacaciones y sobre todo que encontréis paz y compartáis generosidad con vosotros mismos. Este será, por encima de todo, vuestro mejor regalo.